domingo, 5 de agosto de 2018

Noche mágica entre faroles en Ahuachapán.

El día de los Farolitos es una tradicional fiesta católica Salvadoreña realizada cada 7 de septiembre. Una celebración que data desde 1850 y  originaria de Ahuachapán según la tradición católica, para conmemorar la víspera del nacimiento de la Virgen María.

La Asamblea Legislativa de El Salvador declaro en 2014: “En reconocimiento al esfuerzo de los habitantes de Ahuachapán por mantener la tradición de celebrar desde hace más de 150 años, cada siete de septiembre el Día de los Farolitos, las Diputadas y Diputados acordaron declarar esa celebración ‘Patrimonio Cultural Inmaterial de El Salvador”.

En los últimos años la tradición  ha cobrado relevancia y se ha convertido en un gran atractivo turístico para los salvadoreños y extranjeros por sus coloridos faroles.

Actualmente los farolitos se elaboran de madera y papel celofán. En sus inicios se comenzaron a usar farolitos, hechos con pencas de izote. Se elaboraban amarrando las hojas de las plantas hacia arriba, retirando el retoño más tierno y colocando en ese lugar una candela. También utilizaban ramas de pascua blanca, dándole una evolución a los farolitos de vara de carrizo; luego comenzaron a crearlos con la forma que tienen en la actualidad.

En un principio se colocaba un farolito en cada casa, pero en los últimos años los habitantes han tomado la tradición de crear sofisticados faroles que iluminan completamente la ciudad de Ahuachapán.
 Los materiales básicos que se necesitan para fabricar un farolito hoy son: reglas de madera, clavos, papel celofán, almidón de maiz (engrudo), velas de cera y alambre para colgar. Además se ha comenzado a probar la cáscara de la vara de Brasil, ya que es moldeable y con ella pueden hacerse otras figuras, como estrellas, muñecas, peces, faroles redondos, entre otras
Las actividades comienzan desde tempranas horas con una variada oferta gastronómica en el parque central del pueblo de Ahuachapán, al llegar la noche todas las familias comienzan a encender los faroles, llenando de magia y el colorido a la gente y la cuidad de Ahuachapán.




1 comentario:

  1. Una tradición que atrae a muchos turistas, según dicen es una experiencia única caminar entre las calles de Ahuachapán en la noche de los farolitos

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